«Una de las características más conocidas del individuo occidental urbano del siglo XX y XXI es la necesidad de reconocimiento social. El individualismo creciente durante los últimos 100 años ha convertido nuestro siglo en el de las biografías y las autobiografías, de los retratos y los autorretratos, de los premios -existen en todos los ámbitos-, y los reconocimientos. En este contexto los medios de comunicación -el cine y más aún la televisión-, desempeñan un papel fundamental como creadores de reconocimiento social con una potencia inédita por ningún otro método habido en la historia. La televisión, con su elaborado y depurado lenguaje visual para provocar fascinación y seducción en la audiencia, casi sacraliza todo lo que toca, por lo que salir o no salir en televisión marca una diferencia cualitativa entre las personas».
Ridículo, desnudo y cornudo pero famoso, José Errasti, El País.
¿Y RECONOCER LA REALIDAD SOCIAL?
Hemos sido y somos maleducados por los medios: se admira más a Madonna que a Rigoberta Menchú. Tiempos de siniestro narcisismo, ¿Cómo no participar del espectáculo?
2 comentarios
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julio 28, 2008 a 8:03 am
aharon
No siempre es necesario aunque existen formas perversas de participacion coomo la de salinger, que participa exhibiendo su escondite (mientra Thomas Pyncgon no participa y basta). Para mi la uestion es la aficion y la dependencia de lo superfluo, de la superficie. La vanidad reina solo porque nos han ido educando y convenciendo de que ese reconociemiento es esencial. Mientras alguien dijo que los premios estan para negarse recogerlos, todos eseraos que se no reconozca algo. Qiza es una problema de dimension, de profundiad, quiza es otra paradoja que tenemos que resolver dl modo mas garbado posible.
agosto 2, 2008 a 11:47 pm
Maria Eugenia
Hola, estoy re haciendo mi blog, y estás enlazada en la nueva dirección. Cariños,