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Cuelgo el vídeo por lo creativa de la forma reivindicativa de ese coño crítico, no porque necesariamente estemos de acuerdo en que el aborto deba ser «libre y gratuito»; aquí caben muchos matices en las opiniones. Tomamos el vídeo como ánimo a posicionarnos individualmente.

«Toda mujer que está padeciendo ese goce extásico que la pone fuera de sí, con ese aire de extravío, exige el privilegio de ser amada. Porque el amor, en cambio, identifica. Pero exige el ser amada con una particularidad: ser amada como la única. Es decir: espera que el amor de un hombre le dé valor fálico. El valor fálico es identificante y eso es lo que no logra con el goce que la sobrepasa».
¿Y qué pasaría en una relación sexual entre mujeres? ¿Se ponen en juego las mismas expectativas?

Me ha capturado esta imagen desde enkidumagazine . Habla de la lucha de lesbianas árabes israelíes y palestinas pertenecientes a la asociación ASWAT. Muchas se ven obligadas a tener un doble vida: la de casadas y la vida secreta que les permite vivir su deseo.
«Cualquier ser singular experimenta en el otro, como mujer u hombre, los límites de una humanidad arrojada a la existencia. Los otros no son sólo desconocidos, con la curiosidad o la inquietud que eso nos produce, sino que aparecen marcados por un modo de ser genérico que les recorre hasta el confín de su condición singular».

«Así se explica la gradual aparición de un «tercer sexo» técnicamente inducido: por un lado, cercano a la desexuación, a la apatía; por otro, asimilable a una unisexualidad exacerbada. El sexo que apuntó hace ya años en nuestro horizonte está ligado a la androginia de una globalidad impersonal, que solamente puede facilitar la velocidad comunicativa si las personas renuncian a su raíz mítica en el género sexual. ¿La denominación actual de «violencia de género» no alude también, indirectamente, a una violencia intrínseca al género que debería ser eliminada?»

«Los medios técnicos crecientes representan una deseable uniformización de la humanidad fuera de las raíces, en un orden abstracto que permita la autogestión social. La sociedad tecnológica tiene relación directa con la represión de lo»irracional» y la disolución del Dos, la liquidación de la relación entre opuestos, del exterior íntimo que el otro sexo representa».

«La diferencia entre lo femenino y lo masculino (inclinaciones, morfología, sensibilidad, estilo), que ata el sexo a la génesis abrupta del amor, se difumina así en la rapidez de la actividad social, en las múltiples combinaciones estándar servidas por doquier. En este proceso estorba todo lo que sea una condición natal genérica, pues ésta dificulta la conversión del ser humano en un átomo hiperactivo, en un monoequipo sexual, unidad embalada y lista para el envío a la promiscuidad de la mercancía. Para insularizar al individuo y mantenerlo en el aislamiento consumista, ese circular»rechazo de la castración» que Lacan asocia con el discurso capitalista, es necesario separarlo antes de un erotismo que encarnaba en cada ser la experiencia genérica de los límites»
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«Bajo este punto de vista, la mujer no es lo «contrario» del hombre, dentro de un par de sexos sencillamente opuestos, sino que flota en la soberana indefinición de aquello que no es simplemente humano, mejor dicho, antropocéntrico»
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Leía en Mujer y Salud este número en el que hablan las mujeres de sexualidad

Es entretenido y emocionante leer las experiencias de las mujeres que se han animado a escribir sobre ellas, pero me han interesado más las reflexiones y la sensibilidad de Came Valls cuando habla de la necesaria escucha del cuerpo, o la lucidez de Claudia Truzzoli que cuestiona la heterosexualidad como norma y Olga fernandez Quiroga en su breve introducción de la sexualidad femenina desde el psicoanálisis.

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Algunas experiencias personales:
«Pasados los años, mi conclusión es que nuestra sexualidad es doble, la experiencia emocional de unión con el otro, encarnada a través de la vagina, más relacionada con el erotismo y el amor, que no es el orgasmo técnicamente entendido, y el orgasmo clitoral, relacionado con los vibradores, ya sea humanos o plásticos, tan práctico, tan mecánicamente previsible, probablemente tan homólogo al del hombre; y ambos cúlmenes me parecen tan maduros el uno como el otro».

REFLEXIONES:
«…sólo viviendo a flor de piel, en el dintel de nuestro yo interno y nuestro exterior, podemos mantener la conexión necesaria y construir un cuerpo y mente lleno de energía, que recarga sus pilas a diario, y no se debilita con adicciones indeseables. Sin la vitalidad personal, que da lugar al deseo, no es posible la vivencia ni de la sensualidad (el pleno placer de los sentidos) ni de una sexualidad plena».
Carmen Valls Llobet
Endocrinóloga

 «Si nuestra atención se halla centrada en qué aspecto tenemos o en la opinión que tienen los demás sobre nosotras descubriremos que es imposible escuchar nuestra vocecita, la que mejor nos guía».

«Hemos tenido que hacer grandes esfuerzos para silenciar los impulsos sensuales. El deseo, el motor que pone en marcha nuestras acciones, era vivido como un peligro para nuestra existencia, para la convivencia y conveniencia social…»